Páginas

miércoles, 30 de mayo de 2012

Fragmento del cuadro "El inexorable correr del tiempo" de Trinidad Romero


DESCONSUELO
Por Dios, hoy no me hables de alegrías
que tengo el corazón atormentado,
late como el tic tac de un reloj roto,
su sangre es un arroyo congelado.
Las lágrimas se asoman a mis ojos
y queman las pupilas a su paso;
mi mano temblorosa e insegura
escribe, en vez de letras, garabatos.


Por Dios, no me preguntes lo que tengo,
yo misma no podría contestarlo:
si es pena si es amor, si es alegría
este mar de amargura en el que nado.

Poesía de Mariana Romero-Nieva
De su libro "Las huellas" Lema Ediciones

miércoles, 23 de mayo de 2012

La poesía, de José M. Lucía Megías



 LA POESIA
Se levantó.
Tenía el pelo verde, rojo y amarillo.
Era sol, árbol y fuego.
Era hermosa.
Alta como un sueño y ojos azules,
dos volcanes en erupción en su pecho.
Se había levantado para irse.
Era hermosa; se sabía metafóricamente hermosa.
Parecía una estatua-hermosa y fría-.
Elevantado para irse...
...pero no se fue.l fuego de su melena le bañaba los pies,
el árbol se enredaba por su cuerpo escondiéndolo
y el sol resucitó una infantil sonrisa al volverse.
Cerré los ojos y vi por primera vez en mi vida
ser verde el árbol, rojo el fuego y el sol amarillo.
Abrí entonces los ojos,
apoyada en la puerta, esperando, sonriendo,
me pareció mas hermosa que nunca.
Se había levantado para irse...

...pero no se fue.

Detalle del cuadro "El inexorable correr del tiempo" 130 x 97 O/lienzo, Trinidad Romero



Poema de José Manuel Lucía Megías.
(Ibiza, 1967)
Profesor de Filología Románica en la Universidad Complutense de Madrid.
Coordinador Académico del Centro de Estudios Cervantinos (Alcalá de Henares).
Ha publicado entre otros libros Prometeo encadenado, Canciones y otros vasos de whisky, etc.
El poema publicado pertenece al libro "Cuaderno de Bitácoras"

miércoles, 16 de mayo de 2012


El inexorable correr del tiempo.  Oleo sobre lienzo 97x130. Trinidad Romero
 En el espacio onírico que Giorgio de Chirico (1888-1978) llena de soledad tras la partida del tren de su obra Estación de Montparnasse (La melancolía de la partida), juego con el contraste y la afinidad. Por una parte el paso irreversible del tiempo y su carga de melancolía lo represento con una rosa violeta de un cuadro mío, de la que, como el tren de la estación, parten sus hojas. Por otro lado, lleno de alegría de vida las laberínticas arcadas con la figura principal de El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli, 1444-1510), alegoría de la belleza, flanqueada por la música y la luz, simbolizadas en la guitarra de Juan Gris (1887-1927) y la vela de Pablo Picasso (1881-1973)

miércoles, 9 de mayo de 2012

Madrid, Villa y Corte 46,5 x 33,5 cms.

Uno de los grandes genios del arte universal, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660), pasó la mayor parte de su vida en Madrid, donde realizó sus obras más notables. Le rindo a mi paisano mi homenaje más profundo con un juego de atrevido anacronismo y contraste estilístico: por una parte, superponer el Autorretrato de Velazquez a un paisaje urbano y actual de la Villa y Corte pintado por mi (calle de Alcalá y Puerta del Sol), enmarcándolo, además, con un rotundo trazo negro del pintor expresionista abstracto Franz Kline (1910-1962)

miércoles, 2 de mayo de 2012




Fragmento del cuadro "Leonardo, siempre Leonardo"
Oleo s/lienzo, 97 x 130. Publicado la semana pasada.
 La Gioconda, fiel copia de la original,
está realizada siguiendo el proceso pictórico de Leonardo: pre_
preparación del soporte, dibujo, uso de veladuras, etc. Solo no
se han usado los mismos pigmentos, por no habernos llegado
conocimientos sobre los que usó.      -
  
TU MUSA 
Convéncete primero de que le caes simpático,
de que lo pasa bien cuando sale contigo.
Llévala a casa luego, sírvele un par de copas
y, en un momento dado, mordisquéale el cuello.
Unas veces querrá pasar al dormitorio,
otras alegará una indisposición
y otras te contará su vida por entregas.
Muéstrale en cada caso la dosis de cariño
que te pidan sus ojos. Sé generoso siempre.
Trata de conservarla como sea a tu lado.
Sin ella, sin tu musa, no eres nadie, poeta.

Luis Alberto de Cuenca.

Nació en Madrid en 1950. Vive en Madrid.
Profesor de Investigación del C.S.I.C.
Entre otras obras, ha publicado como poeta
La Caja de Plata, Por Fuertes y Fronteras,
Los Mundos y los días, La vida en llamas, etc.
Fué Director de la Biblioteca Nacional de España.
Premio de la Crítica (1985) con La caja de plata, premio Ciudad de Melilla (2005), etc.
Considerado el poeta mas culturalista de su
 generación.