Páginas

miércoles, 4 de julio de 2012

La danza de la vida Öleo/lienzo, 97 x 130 cms.

Desde los albores de la humanidad, la maternidad ha sido motivo de canto y alegría, por lo que suponía de continuidad de la vida. La Maternidad de Klimt (1862-11918) de gran riqueza cromática, se ve rodeada por las figuras, con un estilo de pintura plana, de El baile de Mattise (1869-1954) en una especie de danza ritual, homenaje y expresión de buenaventura. A los pies de la mujer, coloco un gato pintado por mi, que mira inquisitivamente, como queriendo adivinar los pensamientos del espectador, creando un brechtiano efecto distanciador. Tengo que manifestar, aunque una pintora no debe manisfestar sus preferencias por sus cuadros a igual que una madre no debe hacerlo por alguno de sus hijos, que, pòr el colorido y movimiento (me apasiona el baile), es uno de los cuadros que más disfruté creando su composición y realizándolo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario