Fragmento del cuadro "El inexorable correr del tiempo" de Trinidad Romero
DESCONSUELO
Por Dios, hoy no me hables de alegrías
que tengo el corazón atormentado,
late como el tic tac de un reloj roto,
su sangre es un arroyo congelado.
Las lágrimas se asoman a mis ojos
y queman las pupilas a su paso;
mi mano temblorosa e insegura
escribe, en vez de letras, garabatos.
Por Dios, no me preguntes lo que tengo,
yo misma no podría contestarlo:
si es pena si es amor, si es alegría
este mar de amargura en el que nado.
Poesía de Mariana Romero-Nieva
De su libro "Las huellas" Lema Ediciones |
Enhorabuena, Trinidad,pareciera que la poesía estuviera escrita pensando en el cuadro y viceversa. Saludos.
ResponderEliminarHola Micaela: ¡Que bien que te des cuenta que he procurado adaptar un fragmento de un cuadro mío a la preciosa poesía de tu madre! Gracias. Besos.
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ResponderEliminarCarmen, lo siento, me equivoqué y eliminé tu comentario.
EliminarMuchos besos,
Trini