Fragmento del cuadro La cara y la cruz con poema de Cesar



Fragmento del cuadro " La cara y la cruz"  81 x 100, oleo s/ lienzo, publicado el 20-6-2012


Al ocaso,
en sus colores,
fluye el sol entre las nubes.
Al ocaso,
entre pasteles,
atrapa Thanatos a cuantos huyen.
Al ocaso,
entre dolores,
el silencio acumulado ruge
y nutre el vacío
con sombras y penumbras


Poesía de Cesar Sobron
(de su libro Mística mundana, pendiente de su publicación. Ya os informaré)



La cara y la cruz

 La cara y la cruz  81 x 100, Oleo s/lienzo.

En esta composición (Efectos del sol sobre el agua. André Derain, 1880-1954), juegan las pinceladas verticales de las nubes de color y el movimiento horizontal de las pinceladas del mar, separadas ambas áreas por la línea del horizonte. En el centro del cuadro, el reflejo del sol parece insinuar un camino donde la autora introduce una figura enigmática de Remedios Varo (1908-1963) que parece mirar con curiosidad a las de los extremos superiores, que forman con ella un inquietante triángulo invertido que engrandece la composición hacia arriba, entre las nubes coloristas de Derain. A la izquierda, la alegría y el vigor de Modjesko cantando (Kees Van Dongen, 1877-1968); a la derecha, por contraste, el sufrimiento del trabajo de la escuálida figura de una planchadora, cuadro de la primera época de la autora, de clara influencia picasiana.

Detalle Los relojes blandos



Fragmento del cuadro "Dicen que las musas estaban allí" 97x130.


Todo era mío.
El tiempo, los arrecifes,
una nubecilla que se hacía lluvia
para reírse de los que tomaban
el sol en camiseta,
y la arena que vacilaba
sin saber que iba a pisarla,
o la dejaba copular
con la huella de las gaviotas.
Todo era mío, menos tu.
Miraba al cielo y
desafiaba al presente
llamando a gritos a otros tiempos
donde estaba feliz, y me besabas
en un espacio abierto y vacío.
Que triste que sólo pueda sentir tus besos cuando sueño.

Poesía de Carmen Silva.
Libro SENDA.
Publicado por Huerga&Fierro, Editores-2010

Dicen que las musas estaban allí. Oleo/lienzo 97/130.

Paul Klee (1879-1940) definía sus cuadros como una composición polifónica en la que buscaban la armonía varios temas independientes.Siguiendo las palabras de Klee, tomo como base su obra Ad Parnasum, en la que el pintor suizo juega con imaginativas construcciones de color, para abrir ventanas a la imaginación. En El Parnaso, lugar de residencia de las Musas, el tiempo no se detiene, y los relojes flácidos de La persistencia del recuerdo de Salvador Dalíi (1904-1989) se encargan de recordarnoslo. Una figura de yeso, fragmento de Naturaleza muerta de Paul Cezanne (1839-1906), parece contemplarlos desde su forzada inmovilidad. En el cielo raso y abierto de la parte superior, La mano agarrando un pájaro de Joan Miró (1893-1983), se mueve en el espacio sin fronteras que caracteriza al pintor catalán, y, en la parte derecha, coloco unas zapatillas de el cuadro Las zapatillas de baile, mío, símbolo del movimiento de vida que representa el arte de la pintura.